Hoy el Intendente se niega hasta a recibir a los profesionales de la salud que cumplen un paro por tiempo indeterminado. Y Giapor denunció que el municipio planea cerrar algunas unidades sanitarias.
Las cosas siempre pueden ser peores, dice un viejo dicho. Y así parece ser en Junín, donde los vecinos pasamos de escuchar la oferta del intendente Pablo Petrecca para que los CAPS barriales fueran lugares de vacunación contra el Covid, a la falta absoluta de atención primaria de la salud en la ciudad.
Y no sólo por el paro por tiempo indeterminado que vienen llevando adelante los profesionales desde el 6 de diciembre, a quienes el Intendente no recibe en forma personal y los deja cuatro horas esperando mientras se va a parlotear sobre la importancia de la salud, en una entrega de diplomas en una clínica privada.
Además, todo puede ser más grave porque el presidente de la Federación de sociedades de fomento, Osvaldo Giapor, denunció que “el secretario de Salud me dijo que ‘en algún momento’ deberemos estar cerrando salas’ sanitarias barriales, así que estamos retrocediendo. Junín es mucho más grande y ahora no tenemos como atender a la ciudad”.
Cada día el doble discurso de Petrecca queda de manifiesto. En las últimas horas se dio con esta situación de la salud en los barrios, pero también con las promesas electorales de pagar la obra de la cuarta planta de gas que se olvidó una vez que consiguió los votos.
En lo que hace a los CAPS (centros de atención primaria de la salud), en junio cuando el gobernador Axel Kicillof estuvo en Junín, el Intendente se animó a ofertar las salitas para que sean sede de vacunación. Esto después de militar la anticuarentena, la antivacuna y boicotear cada medida de prevención y cuidado propuesta por los gobiernos provincial y nacional.
Hoy esas salitas están casi a la deriva, perjudicando a los sectores más vulnerables de la sociedad a los que en forma constante el Intendente desoye. Y ningún gesto de parte del municipio para solucionar el conflicto de los profesionales, ignorando estas necesidades básicas de la población.
TREMENDO PANORAMA
“Tenemos 24 salas en los barrios pero hay tres o cuatro nomás que funcionan, y salen los médicos a decirle al Intendente que los atienda, pero no recibió a nadie. Tengo bronca por todo esto”, señaló Osvaldo Giapor ante los micrófonos de SOMOS RADIO 105.3 FM.
Al respecto, el fomentista analizó que “es indignante porque el que paga todo esto es el vecino pobre. Si tenemos estas salas de primeros auxilios cerradas, el que tiene dinero va a una clínica privada, pero hay algunos que no tienen ni para pagar el taxi para llegar”.
“Además, no es un problema grave, es fácil de solucionar, solo se requiere de sentido común y amor por el prójimo”, apuntó.