Se acrecienta la inseguridad en la ciudad, con diversos hechos delictivos en distintas zonas.
Un robo en el club Mariano Moreno, que afectó al Pronto Pago y al restaurante que funciona en la entidad; cinco motos desaparecidas en cinco días (al menos según casos denunciados y trascendidos) y más escruches en viviendas son los hechos más destacados de los últimos días, en una seguidilla sin pausas en el marco de la inseguridad que vive la ciudad.
EN EL MORENO
Tras romper una puerta de acceso al Club Mariano Moreno, delincuentes accedieron al Pronto Pago que funciona sobre calle Bolívar, donde hay una boca de cobro y un cajero automático. De allí se llevaron dinero en efectivo, ingresando también al restaurante y obteniendo algunos billetes que quedaban en la caja.
ESCRUCHES
Al menos otros dos escruches se sucedieron en las últimas horas (siempre según los casos que trascienden), en este caso en las propiedades ubicadas en Larrory al 1300 y en Alberdi al 1500.
En ambos casos, los delincuentes accedieron a los inmuebles aprovechando la ausencia momentánea de sus moradores, que al regresar encontraron sus hogares absolutamente revueltos y con faltantes de distintos objetos de valor y dinero.
MOTOS Y MÁS MOTOS
Al menos cinco motos en cinco días “desaparecieron”, en una modalidad que no tiene pausa. El último ilícito (conocido) se registró en calle Negreti al 300, donde habían dejado estacionada una Gilera Smash de 110 c.c. de cilindrada roja y negra.
Se suma así al robo constante de motos que sufre la ciudad. Los últimos casos fueron:
-En Magaldi y General Paz robaron una Econo 90.
-En Almirante Brown al 1700 se llevaron una YBR de 125 c.c.
-En Maipú entre Rivadavia y Belgrano, sustrajeron una Gilera Smash.
-En Italia y Padre Ghío, se apropiaron de una Motomel gris de 110 c.c.
El robo incesante de motos es una preocupación constante. Pese al gran sistema de “Gran Hermano” que funciona en la ciudad, parece que nada detiene a los delincuentes. Y en contadísimas ocasiones logra recuperarse alguno de estos rodados, que van a parar a un gran agujero negro sin que las autoridades municipales ni policiales se esmeren en modificar esta realidad que perjudica tanto a los vecinos.