Otros dos negocios bajaron las persianas. La inactividad en la zona de la obra abandonada causa graves perjuicios económicos.
En los últimos días, y tras varios intentos por resistir la durísima situación económica y la falta de movimiento en la zona por el corte del paso a nivel de calle Rivadavia, dos comercios más debieron bajar sus persianas.
Mientras el tiempo pasa, desde el municipio solo hubo un “intento” por el tema de la continuidad de la obra, que divide en dos a la ciudad y deja como saldo comerciantes que bajaron sus ventas hasta límites insostenibles. El infaltable registro fotográfico apenas da cuenta de una sola reunión que mantuvo el intendente Pablo Petrecca, en el marco de lo que deberían ser gestiones permanentes para dar respuestas a los vecinos de Junín.
Después de ese viaje y el correspondiente anuncio ante la prensa y las redes sociales, no volvió a saberse nada y Petrecca sigue ocupado en cuestiones menores, sin buscar alternativas ni soluciones. Además, el despacho de puertas abiertas que prometió parece que no incluye a los veicnos de esa zona, porque jamás se encontró cara a cara con los comerciantes damnificados, a quienes también representa como Intendente.
“Nosotros no somos quienes debemos gestionar. Nuestro representante es el Intendente, él es quien tiene que buscar soluciones o implementarlas. Que busque un puente del Ejército, que rellene, que use la plata que recauda por la tasa de combustibles o que encuentren ingenieros que solucionen el tema, pero debemos restablecer el tránsito porque la obra está parada”, señalan los comerciantes, que juntan firmas y reclaman, pero ninguna voz parece tener oídos dispuestos en el municipio.
Además, mientras que el año pasado Petrecca anunció con bombos y platillos una “ayuda” para estos comercios (mínima, oscilaba entre 80 y 100 mil pesos mensuales), ya la dejó sin efecto. En los peores momentos, les soltó la mano y ni siquiera esta dádiva miserable llega a los bolsillos golpeados.
En estos últimos tiempos, se informó que cerraron dos comercios y una inmobiliaria se trasladó, a lo que se sumaron la semana anterior otros dos negocios, que estaban ubicados en la primera cuadra de Rivadavia tras el paso a nivel.