Escribe: Maximiliano Berestein (*)
Cerrando un ciclo y con la tranquilidad de haber dado todo en el proceso, solo me queda agradecer.
Agradecer a cada una de las y los juninenses que confiaron en nuestra fuerza política para representarlos y defender sus intereses, para pensar una ciudad mejor y para controlar las cuentas públicas. Cada proyecto presentado, cada argumento expresado, siempre fue en honor al compromiso que asumimos con Junín. Perdón por los errores que seguramente cometí y nuevamente gracias por la confianza que nos han depositado.
También agradecer al equipo de trabajo del Concejo Deliberante. Gaston, Yudit, María, Facu y Fernanda. Lo mismo para cada colaborador/ra y secretarios/as de bloque, especialmente a Mauricio Palma que además de ser un amigo, es un ejemplo de militancia.
A mis compañeras y compañeros concejales, al Frente de Todos, y muy particularmente a todo el equipo del Frente Renovador de Junín, quienes siempre han depositado en mí una confianza ciega, gracias.
A mi familia. En primer lugar a mi papá y a mi mamá, supongo que son los responsables de mi pasión por la política y mi compromiso con la realidad. Ellos moldearon en cada almuerzo familiar, en cada acción, en cada ejemplo, el hábito de debatir, de pensar, de revelarse para mejorar, de comprometerse para cambiar cosas.
Quienes elegimos la actividad política sabemos que es una tarea difícil, muchas veces ingrata, sin horarios, con muchas responsabilidades, con muchas exigencias. Para nosotros la familia es esencial, ellos son los que esperan, los que te abrazan, los que escuchan, los que rompen la burbuja y te ponen los pies en el suelo.
Ahí está #Flor, mi compañera, que es todo lo que está bien y mucho más, que hace suyo cada uno de mis proyectos con su característica pasión, que me sostiene, que me abraza. Junto a Tomi que es nuestro orgullo, nuestro mayor proyecto, nuestra prioridad.
Este fue un año muy difícil. Un año de pérdidas irrecuperables. Tanto en lo personal como en lo político la falta de #Mario modificó el destino para siempre. Maduramos, crecimos, aprendimos a seguir y a pesar del dolor, asumimos la responsabilidad de continuar un camino.
Quiero cerrar estas palabras agradeciéndole a él, por la confianza que siempre depositó en mí. Por enseñarme y por permitirme aprender. Por inventar un método, por mejorar la política, por dar esperanzas, por reivindicar el oficio y empujarnos a creer que podemos vivir en un lugar mejor, comenzando por ser esencialmente buenas personas.
Gracias Mario eternamente presente.
(*) Concejal del Frente de Todos, Frente Renovador.