Una vivienda ubicada en Ricardo Rojas al 50 fue “visitada” por delincuentes, y se robaron otra moto más en Ituzaingó y Belgrano.
El delito en Junín no da respiro. Los “escruches” y robos en viviendas particulares son moneda corriente, y ni hablar de las motos que se llevan los delincuentes a diario. Y el flagelo no alcanza solo a un sector de la ciudad, sino que se repite por todos los barrios, llenando de inseguridad a los vecinos.
Entre los últimos hechos conocidos, ayer por el mediodía, la propietaria de una vivienda ubicada en Ricardo Rojas al 50 se llevó la sorpresa de que había sido víctima de un “escruche”, o sea el ingreso de desconocidos mientras no se hallaban moradores.
A través de una abertura, delincuentes lograron ingresar al inmueble y se llevaron distintos objetos de valor.
UNA MOTO MÁS
Las motos son un objetivo permanente de la delincuencia en Junín. Pocas veces los dueños logran dar con ellas, y si es así, por lo general se debe al esfuerzo investigativo que aplica el mismo propietario por llegar a su vehículo.
En este marco, se conoció que la noche del viernes, en inmediaciones de las calles Ituzaingó y Belgrano (al 850), el propietario de una moto, la había dejado estacionada mientras participaba de una reunión a pocos metros. Cerca de la medianoche advirtió que se la habían robado.
Se trata de una Honda Wave color roja que como características particulares no tiene calcos, los dos espejos estaban perfectamente ubicados al igual que los plásticos.
Una moto más que se llevaron los delincuentes en Junín, sin que las autoridades logren detener o mitigar al menos este flagelo que golpea a sectores más vulnerables, que muchas veces tienen estas motos como herramienta de trabajo o único medio para movilizarse.