Fue en pleno centro, frente al palacio municipal. Y las imágenes fueron obtenidas de una cámara particular. Un grupo de motos iba haciendo “Willy”.
Ni había presencia policial, ni funcionaron las prestigiosas cámaras de videovigilancia municipales, ni se advirtió el desplazamiento de un grupo de motos haciendo maniobras peligrosas, ni se atrapó al responsable después… todo mal.
Ayer por la tarde quedó al descubierto la tremenda falencia del manejo de la “Seguridad Vial” en Junín, cuando uno de los nueve motociclistas que se desplazaban por calle Rivadavia, justito enfrente del palacio municipal, no pudo controlar su moto mientras hacía “Willy”, que terminó impactando contra la vidriera de un comercio y destrozándola.
Pero gracias a la ausencia de policías o inspectores, y dado que a pesar de ser numeroso, el grupo no había sido advertido desde el Centro de Monitoreo, rápidamente el joven dueño de la moto la levantó del suelo y se escapó.
La secuencia pudo ser advertida por los propietarios de Luna Kids, el comercio damnificado, por las cámaras de un negocio vecino, que dan cuenta de lo sucedido.
Por suerte, no había en ese momento ningún peatón en el camino loco que siguió la moto sin conducción y tampoco nadie fue alcanzado por la explosión de vidrios.
A pesar del marketing, los slogans y los discursos, lo único que confirma este episodio es que las calles de Junín siguen siendo tierra de nadie. (O mejor dicho, de algunos).