En diálogo con “Somos Noticia”, Héctor Lorenzo, Director Médico de la Clínica IMEC, dijo: “La situación en Junín es compleja es de un aumento muy importante en los casos y eso genera tanto en las prestadoras de salud como en la gente una sensación de agotamiento y desazón.”
Agregó: “Estamos trabajando con gente que vive en situación de stress de hace mucho tiempo, cada vez la cuesta se hace más arriba, eso genera una angustia muy importante es muy difícil. Cuando tenes la responsabilidad de manejar una ciudad no sólo manejas una pandemia estas manejando muchos otros factores siempre digo que el virus para mucha gente es una posibilidad. La idea de poner comida en la mesa es una realidad, la actitud de la gente que tiene que salir a trabajar ante la posibilidad de contagiarse y darle de comer a su familia no hay mucha opción, cuando nos pusieron la mesa consultiva local con todos los actores de salud púbico y privado, miembros del Concejo Deliberante y región sanitaria lo que se intentó hacer es llevar a sus oídos una voz de un sector de la población, pero faltaron voces que debían ser escuchadas. Me parece que el manejo de la pandemia deja bastante que desear no creo que nos competa a nosotros cambiarlo, lo que no se hizo fue testear, cerramos la ciudad creyendo que iba a ser algo mágico y acá estamos con tantos casos y muertos en una ciudad tan chica, me pregunto si alguien pensó que Junín iba a tener más de 40 muertos.”
Respecto a la ocupación de camas de la clínica IMEC, comentó: “Nosotros tenemos una ocupación alta, la clínica se divide en lo que es ocupación COVID y por otras patologías, inicialmente tuvimos una apreciación de la pandemia, habíamos preparado cinco camas para COVID y cuatro camas en terapia. Fue algo totalmente desacertado pertenecemos a la parte de la población que no creía que Junín tuviera más de 40 muertos, aumentamos las camas en diez más para COVID positivo, la ocupación es alta alrededor de 60% en promedio hubo días que llegó al 80% que fue muy preocupante, llegamos al 100% del uso de los respiradores. El martes estuvimos desesperados teníamos dos camas, si venían tres ambulancias una tenia que irse, lo que sabemos es que con estos números que una clínica tenga lugar va a ser una suerte, el sistema sanitario va hacia un colapso, no sólo depende de las camas. El que ingresa todos los días el trabajador de salud se tiene que vestir y atender personas que no se pueden alimentar por sus propios medios, uso de pañales y es gente con COVID positivo debe ponerle el cuerpo todos los días.”
Y cerró: “La tristeza y la angustia dominó el cuadro cuando se conoció el fallecimiento de la enfermera Norma Retamozo pero también en mucha gente hubo bronca, que no está bueno pero es humano.”