El ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, consideró esta iniciativa del gobierno nacional como “el paso previo a la privatización de los trenes de pasajeros”.
El tren de pasajeros que une Junín con Retiro (Buenos Aires), uno de los pocos ramales activos en el interior bonaerense, podría ser suspendido en el corto plazo.
Así lo advirtió el ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, quien señaló que la gestión de La Libertad Avanza “está analizando” recortar la frecuencia diaria que hoy mantiene la ciudad.
“Eso es el paso previo a la privatización de los trenes de pasajeros”, consideró el funcionario, en alusión a la política ferroviaria nacional que desde hace un año y medio dejó de destinar fondos a la infraestructura del sector.
Según indicó, esa decisión ya derivó en la cancelación de servicios de larga distancia hacia Mendoza, San Luis, Pehuajó, y ahora amenaza con impactar en Junín.
En este contexto, el gobierno de la provincia de Buenos Aires puso en agenda un plan integral de recuperación de servicios ferroviarios que busca volver a conectar a las principales ciudades del interior con la red de trenes de pasajeros y de carga.
La iniciativa, encabezada por el ministro Marinucci, forma parte de la estrategia de conectividad impulsada por la gestión de Axel Kicillof y apunta a vincular las diez ciudades más importantes por fuera del Área Metropolitana con los puertos de Quequén, La Plata y San Nicolás.
“Estamos trabajando junto a la Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles (ALAF) en un proyecto integral ferroviario que contemple tanto pasajeros como carga, con la conectividad de las ciudades con mayor densidad poblacional y los puertos bonaerenses”, explicó Marinucci en diálogo con El Eco de Tandil.
Entre las localidades incluidas en esta primera etapa se mencionan Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Tandil, Pergamino, San Nicolás, Las Flores y Tres Arroyos, aunque el esquema busca ser más amplio y contemplar la recuperación de corredores estratégicos.
Dos caminos posibles
El plan aún no tiene plazos definidos, pero contempla dos escenarios de avance. El primero, de corto plazo, sería la transferencia directa de servicios desde Nación a Provincia: “Si mañana la Nación me dice ‘cedemos la operación de un ramal’, estamos listos para asumirlo con fondos propios, como ocurre con el sistema automotor”, señaló el ministro.
El segundo escenario es más ambicioso y plantea un proyecto de largo plazo, con fuerte inversión en infraestructura y material rodante. Para ello, el gobierno bonaerense busca financiamiento nacional e internacional, tanto para renovar vías como para incorporar trenes modernos que permitan mejorar frecuencias y seguridad.
Reactivar economías regionales
El objetivo oficial es que las operaciones ferroviarias tengan carácter público y una gestión conjunta con el sector privado, pero siempre priorizando la articulación con las economías regionales. “El tren es un motor de arraigo y de desarrollo económico”, insistió Marinucci, al destacar que la recuperación del servicio no se piensa como un hecho aislado, sino como parte de un esquema general para la provincia.
La planificación incluye estudios técnicos sobre accesos a puertos, traza de ramales y necesidades de carga y pasajeros. A partir de esos diagnósticos se definirá la magnitud de la inversión requerida, que desde el ministerio califican como “muy importante”.
Más allá de estas tensiones políticas, desde la Provincia aseguran que el proyecto ferroviario está en marcha y que recuperar los trenes para el interior bonaerense es una meta estratégica a mediano y largo plazo.
Ya fueron suspendidos ocho servicios
Desde el inicio de 2024 hasta la actualidad, Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) suspendió ocho servicios de pasajeros, todos ubicados por fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires. Se trata de ramales regionales y de larga distancia que, poco a poco, fueron cayendo sin anuncios previos ni explicaciones contundentes.
Entre las prestaciones suprimidas figuran los trenes de Buenos Aires a Mendoza y San Luis, el servicio expreso a Rosario, los recorridos turísticos entre Mercedes y Tomás Jofré, y entre General Guido y Pinamar, además del tren a Pehuajó y los servicios regionales de La Banda – Fernández y Rosario – Cañada de Gómez.
Este proceso de eliminación gradual remite a una estrategia similar a la aplicada en el período 2015-2019, cuando 12 ramales fueron cerrados en silencio. El ajuste no solo se evidencia en los recorridos cancelados, sino también en el deterioro de los que aún circulan, con demoras, reducción de prestaciones y escasa inversión fuera del AMBA, donde se concentra la denominada “emergencia ferroviaria”.
Mientras tanto, varias obras de recuperación y expansión han quedado en pausa o directamente canceladas, al igual que la adquisición de nuevos trenes para servicios regionales.
El reciente cambio de autoridades en Trenes Argentinos, con figuras alineadas al proyecto de privatización del gobierno de Javier Milei, anticipa una continuidad de este proceso regresivo.
En ese marco, los servicios que no logren ser transferidos a las provincias quedan en una situación crítica.
El primer tren eliminado: Retiro – Palmira
El servicio a Mendoza, uno de los últimos en ser rehabilitados, fue también el primero en ser suspendido bajo la actual gestión. La interrupción, anunciada como “temporal” en abril de 2024, se basó en un informe técnico que mencionaba falencias en la infraestructura, aunque no recomendaba frenar la operación.
Posteriormente, también se suspendió el servicio a Justo Daract, San Luis, que había comenzado a funcionar en 2022. Esta decisión, sin explicación oficial, se dio luego del accidente de Palermo, aunque el incidente no guardaba relación con ese ramal.
Mientras el tren a Junín fue reactivado, el de Justo Daract nunca volvió a circular.
El caso Rosario: una decisión sin fundamentos técnicos
El tren expreso de fin de semana entre Buenos Aires y Rosario, lanzado a fines de 2022 con buenos resultados, fue cancelado sorpresivamente en mayo del año pasado. Se trataba de una opción ágil, con menos paradas y tiempos competitivos.
A pesar de su buena aceptación y de que las vías habían sido renovadas años atrás, nunca se retomó ni se explicó oficialmente su supresión.
Las obras complementarias previstas para mejorar aún más los tiempos, como la automatización de pasos a nivel, también fueron descartadas.
Servicios turísticos que quedaron en el olvido
El tren Mercedes – Tomás Jofré, inaugurado en 2023 con fines turísticos, dejó de circular tras el impacto de un camión contra un puente ferroviario. Aunque el incidente fue puntual, la infraestructura no fue reparada ni hay planes concretos para su recuperación. Solo se realizó un viaje simbólico en junio, sin llegar a Mercedes.
Pehuajó: tarifas altas y caída de pasajeros
En noviembre de 2024 se canceló el tren desde Once a Pehuajó. Rehabilitado apenas dos años antes, el servicio venía perdiendo pasajeros debido a los fuertes aumentos en el precio del pasaje, sumado a tiempos de viaje cada vez más extensos. Trenes Argentinos citó razones de “seguridad operacional” y ahorro presupuestario, aunque estas fueron desmentidas por fuentes internas.
Durante este año también se suspendió temporalmente el tramo Once – Bragado, pero fue reactivado semanas después.
Servicios regionales que desaparecen
El tren entre La Banda y Fernández, en Santiago del Estero, fue eliminado a principios de noviembre. Funcionaba con dos frecuencias diarias, pero la empresa alegó bajo nivel de ocupación y altos costos operativos. La formación fue derivada al Tren del Valle, en Neuquén.
Un caso similar ocurrió con el servicio Rosario – Cañada de Gómez, interrumpido desde noviembre tras un accidente fuera de servicio. La falta de repuestos y material de reserva ha impedido su restitución. Aunque no se ha oficializado su cierre, no hay fecha de regreso.
Interrupción del ramal General Guido-Divisadero de Pinamar
A partir del 1 de abril de 2025, el servicio que conecta General Guido con Divisadero de Pinamar fue suspendido por tiempo indefinido debido a “cuestiones de seguridad operacional”. El mismo había sido reactivado en 2021 tras años de abandono.
Trenes Argentinos informó que el estado de la infraestructura de vía, que provoca movimientos irregulares en la formación durante la marcha y el deterioro de los puentes, representa un riesgo para la seguridad de los pasajeros.
La suspensión de este servicio afecta principalmente a los vecinos de General Madariaga y Pinamar, quienes pierden una conexión ferroviaria importante con el resto de la Provincia.
Además, esta decisión echa por tierra la posibilidad de reactivar el servicio ferroviario hasta Tandil, una iniciativa que se venía gestando en los últimos años.
Bahía Blanca, en el olvido
El tren a Bahía Blanca lleva más de dos años interrumpido, tras una serie de descarrilamientos e incidentes estructurales. Desde 2023, el servicio no volvió a funcionar. En lugar de impulsar su regreso, las autoridades eliminaron toda mención del corredor de los canales oficiales. Las recientes inundaciones que dañaron el tendido en la zona complican aún más el panorama.
Proyectos que se frenaron
El ajuste no solo se refleja en los trenes cancelados, sino también en el freno a la recuperación de ramales como Tandil, San Antonio de Areco o Santa Fe – Laguna Paiva. También se cayó la compra de formaciones chinas y obras de modernización con financiamiento externo, como la electrificación del San Martín, el Belgrano Sur o la extensión de redes ya electrificadas. Varias obras permanecen paralizadas desde hace más de un año.
Fuente: El Diario del Lunes