En diálogo con “Somos La Mañana”, Arnaldo Dubin, Médico y Miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, dijo: “Estamos viviendo un momento de inflexión es una de las crisis sanitarias más graves de la historia Argentina debemos remontarnos a la fiebre amarilla para encontrar precedentes comparables, hubo una política sanitaria muy acertada hizo que los contagios no se expandieran al máximo.”
Agregó: “Se salvaron decenas de miles de vida, entramos en un momento que diferentes flexibilizaciones han dado un aumento de casos, con meses muy elevados en CABA y AMBA con la posibilidad de colapso del sistema sanitario, el 5% de los contagiados van a estar en terapia la mitad van a estar con respiradores, en este momento la terapia llega al límite de posibilidad, no depende de recursos físicos tiene que ver con los intensivistas entre otros profesionales, como camilleros, etc. estamos colapsando con una carga de trabajo brutal, éramos pocos antes de la pandemia, estamos exhaustos físicamente proclives a cometer errores.”
Respecto a la marcha que se vivió el fin de semana en el Obelisco, que incluyó quema de barbijos, comentó: “Es un acto demencial tiene connotaciones criminales, estamos en una situación de gravedad extrema si estos comportamientos se reiteran y seguimos viviendo lo que observamos en la ciudad de Buenos Aires es previsible que el número de contagios aumente y colapse el sistema sanitaria y se echen por la borda las vidas que salvo la cuarentena al principio.”
En relación al manejo de la pandemia por parte del gobierno, manifestó: “Fue una medida sanitaria ejemplar, nos comparamos con países europeos y nuestra letalidad es baja, con respecto al Reino Unido tenemos muchos más contagios pero la letalidad es mucho menor es terrible andar contando muertos, la cuarentena ha sido muy vapuleada ha habido más de 43 mil fallecidos y en la Argentina menos de 10 mil, esto ocurrió pese a que el Reino Unido tiene uno de los sistemas sanitarios más preparados del mundo.”
Continuó relatando: “Tal vez esta expresión que notan en mi es extensivo al conjunto de intensivistas, a veces las realidad sanitaria no es bien comprendida por funcionarios es importante ir a las terapias y ver cómo trabajan los intensivista. Esta pandemia nos ha puesto en una situación muy particular los pacientes COVID son un desafío diferente, habitualmente tenemos muy buenos resultados pero los pacientes con COVID tienen un pronóstico más comprometido, la mortalidad puede ser mayor del 60% si son ventilados mecánicamente, nos genera distintos conflictos la atención es mucho más demandante, el hecho de cambiarnos para verlos con las medidas de protección es un desafío, cada vez que nos sacamos la vestimenta estamos en riesgo de contagiarnos, en una guardia un médico puede hacerlo veinte o treinta veces, los ponemos boca abajo y mejora la respiración, darlos vuelta requiere del concurso de cuatro o cinco profesionales. Cuando se sostiene a lo largo de los meses la fatiga es inevitable.”
En cuanto a la ocupación de las terapias intensivas, relató: “Nosotros manejamos porcentajes más altos, tanto en CABA como en AMBA en relevamientos que hacemos dos veces por semana en cincuenta hospitales públicos y privados el porcentaje es de alrededor del 90%, tiene que ver con lo que se considera una cama de terapia intensiva, seguramente incluirán áreas como unidad coronaria, difícilmente sean operativas por falta de recursos humanos, es el cuello de botella, si colapsa es por una falta de recursos humanos y no tecnológico. Me gustaría pensar en el verano las vacaciones, estoy sesgado por dos cosas primero por lo que ocurre en las terapias intensivas, esta situación cercana al colapso y por otro lado las conductas irresponsables, esta combinación terminará con un desastre sanitario.”
También habló sobre los intensivistas y sostuvo: “Nuestra actividad es muy demandante en lo físico y anímico por el contacto con la muerte, además las relaciones laborales son malas y las remuneraciones son escasas. Los médicos buscan mejores opciones en este sentido, más del 50% de las vacantes de terapia quedan libres porque no hay residentes, eligen otras especialidades.”
Y cerró: “Muchos funcionarios deberían ir a las terapias intensivas a ver que está sucediendo, no creo que el gobierno de la Provincia haga más aperturas. La tecnología es carísima pueden estar en el rango de 30 o 35 dólares por cama de terapia intensiva o más, lo que no se puede conseguir son intensivista, somos una especie en extinción. El miércoles pasado el Presidente me convocó para que le dé una visión y debo reconocer que encontré un persona muy preocupada y comprometida con la vida de los argentinos, nos escuchó atentamente, replicó en twitter lo que le planteamos, definitivamente al Presidente lo veo muy bien, es una persona inteligente y responsable.”