Según el informe mensual elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas volvieron a caer en noviembre y uno de los rubros más afectados fue el de alimentos y bebidas, reflejando el deterioro del poder de compra de los hogares.
Frente a estos datos, la senadora provincial Valeria Arata expresó su profunda preocupación: “Los números de noviembre muestran una realidad alarmante: las familias están comprando menos alimentos porque no les alcanza. Esa es la consecuencia más clara del deterioro del poder adquisitivo y del impacto directo de la política económica del Gobierno nacional en la vida cotidiana.”
Arata advirtió que la caída en rubros esenciales evidencia una situación límite: “Cuando vemos bajas tan fuertes en sectores básicos y comerciantes que ya no pueden sostener sus márgenes, queda claro que la situación no da para más. Se necesitan medidas urgentes para recomponer el ingreso de las familias y para acompañar a nuestras pymes, que son el motor de todas las comunidades”.
La legisladora del Frente Renovador remarcó además que detrás de las estadísticas hay personas y proyectos afectados:
“Los números no son fríos: detrás de cada punto de caída hay hogares que ajustan y comercios que pelean por mantenerse abiertos. Nuestro compromiso es trabajar para revertir este escenario y defender a quienes producen, generan empleo y sostienen la economía local. Pero para lograrlo, el Gobierno nacional debe mirar la vida real de las familias argentinas, y no concentrarse en la timba financiera que proponen desde afuera.”
Caen las ventas minoristas
De acuerdo al informe de CAME, las ventas minoristas pymes registraron en noviembre una variación interanual de -4,1% a precios constantes. En la comparación mensual desestacionalizada, la caída llegó al -9,1%.
Seis de los siete rubros relevados mostraron retracciones, con descensos significativos en Perfumería (-17%), Bazar y decoración (-9,7%) y Alimentos y bebidas (-5,9%). El único sector con crecimiento fue Farmacia, con un alza interanual del 1,8%.
En cuanto a la percepción de los comerciantes sobre su situación económica, el 54,2% sostuvo que se mantiene estable respecto al año anterior, mientras que el 37% declaró un deterioro, cuatro puntos por encima de lo registrado en octubre.
Menos consumo y márgenes cada vez más ajustados
Durante noviembre, el rubro de alimentos y bebidas registró una caída del 5,9% interanual, afectado principalmente por la pérdida de poder adquisitivo y el sostenido aumento de los precios de la canasta básica. La demanda se volvió más cautelosa, concentrándose en productos esenciales y segundas marcas.
Aunque la incertidumbre política disminuyó tras las elecciones legislativas, la falta de liquidez impidió que ese factor se tradujera en una recuperación del consumo masivo.


