En diálogo con “Somos La Mañana”, Camila Gómez, kinesióloga, dijo “A mediados de mayo habilitaron los consultorios, desde que nos habilitaron tuvimos varias medidas que seguir, en sala de espera no puede haber gente, se le pide a los pacientes que respeten los horarios de sus turnos, siempre con tapabocas todos, usamos alcohol en gel para colocarnos en las manos, y los elementos los desinfectamos.”
Agregó: “Se atienden con un máximo de tres pacientes a la vez respetando las distancias, las medidas son más engorrosas es una actividad esencial, debemos consultar con la mutual si habilitaron pero es un recurso que ultimamos los pacientes de riesgo no pueden salir de su casa y vamos al domicilio. En el consultorio del Sanatorio tengo dos días a la mañana y dedico a la tarde lo que es domicilio. Es un riesgo también, hay que ver riesgo beneficio concurriremos con las medidas necesarias por la pandemia con barbijo, con la máscara facial, camisolín por encima que es lavable o si es descartable lo tiramos.”
Continuó relatando: “El trabajo disminuyó en casos leves o contracturas de un desgarro que no llegó a mayores pasó para adelante, atendemos pacientes de mayor gravedad. Me dedico al área de kinesiología en COVID, neumonía, resultamos muy importantes para desarrollar la tarea se aumentaron las tareas de trabajo, porque resultan cruciales. Es muy extraño para todos esta tarea en este momento.”
Y cerró: “La realidad es que está todo muy organizado nos toman la temperatura al ingresar al Sanatorio, se ha acomodado la institución.”
