Las calles son el escenario casi exclusivo de delincuentes. El robo de motos, de todos modos, no conoce de horarios.
En plena madrugada, un vecino logró evitar que delincuentes se apoderaran de su moto, estacionada en la vereda de una casa ubicada en Dorrego, entre Alem y España.
Según pudo chequearse por cámaras de seguridad privadas, dos delincuentes caminan por la calle con total tranquilidad. Ven una moto en la vereda, uno de ellos se acerca y luego siguen su viaje, pero después vuelven a buscarla.
No tuvieron en cuenta que, en la quietud de la noche, el propietario se despertaría por los ruidos y saldría a perseguirlos, logrando evitar el robo.
Madrugadas juninenses, tierra de nadie.
