Nunca se dará por vencido Instituto. Ni superado. Está claro que puede perder el equipo liderado por Lucas Victoriano pero que defenderá la camiseta como la última vez. Que transpirará hasta la última gota de sudor por los colores. En una nueva “batalla” de la final de la Liga Nacional de Básquetbol, el Albirrojo no pudo dar el golpe. Pese a la alta concentración que puso, se quedó con las manos vacías en la Bombonerita. En campo “enemigo”, Instituto mostró su grandeza aunque no fue suficiente.
De visitante, en la última pelota, Instituto perdió con Boca por 85-84, con un libre del colombiano Ibargüen, está abajo 2-3 en la serie, y el martes, en casa, en el Ángel Sandrín (a las 22.10) tendrá la obligación de ganar para estirar definición y llegar al séptimo y decisivo partido, el 20 de julio, otra vez en la cancha Xeneize.
No está perdido quien pelea. Y la Gloria lo sabe muy bien. Pese a los “soldados” golpeados, desgastados, que tiene por la intensidad de la serie. Instituto buena parte del encuentro lo jugó sin Nicola Pomoli, por el golpe sufrido en el segundo partido, es esta misma cancha. Y con Lee Aaliya limitado por el esguince de tobillo en el cuarto duelo.
Hasta el cierre estuvo cerca la Gloria de dar el golpe, apoyado en la destacada actuación de Javier Saiz, con 19 puntos y 9 rebotes, cinco de ellos en ataque. Más el goleo de Alex Negrete, con 23 tantos (11 en el tercer periodo). Y una tarea grande de Nicolás Copello, con 15 puntos, anotando 5/6 en triples.
Pese al enorme esfuerzo de batallar de atrás, el elenco de Alta Córdoba, estuvo ahí. Lo empató Negrete a siete segundo del cierre. Y lo ganó Ibargüen, con un libre en el final.