Ni el “Gran Hermano” de Petrecca ni los móviles policiales vieron al vehículo que los delincuentes habían dejado estacionado en la vía pública. Un vecino asoció información y dio aviso: era el que había sido sustraído de un galpón del barrio Belgrano, a metros de la Comisaría Segunda.
Ni las 500 cámaras, ni los supuestos seguimientos, ni las rondas que deberían realizar los móviles policiales fueron capaces de advertir que el auto que había sido robado de un galpón en el barrio Belgrano, fue dejado abandonado en la vía pública.
El Renault Logan negro había sido dejado en Mayor López y Firpo, sin las patentes colocadas. Nadie lo había advertido, salvo un vecino que conectó la información del robo con el rodado que había aparecido en el lugar y dio aviso.
La propietaria se trasladó para certificar si se trataba de su auto, y recién tras su constatación, intervino la policía y una grúa municipal debió ir a retirarlo para trasladarlo a la puerta de la Comisaría Segunda. “Tarde como los bomberos”, reza el dicho… confirmando que las cámaras de videovigilancia son objetos de “adorno” si no se les da un uso adecuado.
Los delincuentes se llevaron todo lo que tenía el Renault en su interior: las llaves, la batería, la rueda de auxilio, el cricket y la documentación, además por supuesto de bajar todas las herramientas y objetos de valor que estaban en el galpón y se habían cargado al momento del ilícito. Una hidrolavadora, ocho neumáticos, radiadores, un trailer que se utiliza para trasladar motos, llantas, todo por un valor estimativo de ocho millones de pesos.
Cabe destacar que el robo había sido de madrugada, en Padre Ghío y Comandante Escribano, exactamente a unos metros de la Comisaría Segunda. Pero por supuesto, tuvieron toda la tranquilidad para “trabajar”, al punto tal que tuvieron la amabilidad de cerrar la puerta del galpón al irse.
Una historia de la realidad que viven los vecinos, sufriendo hurtos y robos a diario, y causas que se “archivan” porque nunca hay esclarecimientos, salvo que sean otros vecinos –como en este caso- los que se involucren y colaboren. Y ni hablar de la prevención que deberían brindar: no hay presencia policial en las calles y a las cámaras del Gran Hermano parece que nadie las mira.