Arrebatos, escruches y los habituales robos de motos: sin respuestas de autoridades municipales, tras las elecciones.
La ola delictiva en Junín parece imparable, al menos no han trascendido demasiados esfuerzos para tomar medidas en contra del avance de los delincuentes.
A los ya habituales casos de escruches, arrebatos y robos de motos, un verdadero flagelo que sufre la ciudad sin ningún tipo de solución, ahora parece que el centro de acción está en los clubes. Los mismos que hacen grandes esfuerzos para contener y formar menores.
Según pudo saberse, en menos de 24 horas, desconocidos ingresaron dos veces a robar en el Club Ambos Mundos, lo cual significa una gran pérdida y repercute en el servicio diario que se brinda a los chicos.
Hace dos días, gente del club comprobó el ingreso de estos malvivientes, que rompieron un candado que aseguraba una puerta de entrada al salón, de donde se llevaron garrafas y bebidas. Pero anoche fueron por más: se presume que los mismos autores regresaron y como encontraron las aberturas aseguradas, levantaron chapones de la cantina y se alzaron con lo poco que habían dejado antes, además de revolver y tirar todo lo que encontraron a su paso.
El Club Ambos Mundos había sufrido otro ataque de esta naturaleza hace alrededor de un mes, cuando se llevaron importante cantidad de alimentos y bebidas. Pese a los rumores, para la policía y la Justicia los autores aún no fueron identificados y el caso tiende a cerrarse, como suele suceder en cada uno de estos hechos “menores”, tal como acontece a diario con los robos de motos, por ejemplo.
Mientras, desde el municipio, que recauda más de un millón de pesos por día en concepto de Tasa de Seguridad, no hay respuestas. Y las elogiadas cámaras de videovigilancia parecen no aportar cuota de seguridad ni prevención.
